Soledad, así anunciada, elaborada
en una circunstancia desfavorable era la incertidumbre, la impaciencia la
inmortalidad de los sentidos, el desasosiego del alma pero la libertad de todo
lo perdido, hay momentos para escribir, hay momentos para pintar, hay momentos
para soñar hay momentos para gritar, para llorar y este es uno de esos momentos
para buscar huir.
Flor Inés González Trejos
70x50cm
Pastel sepia sobre papel
Soledad
Flor Inés González Trejos
Ocurre en un espacio
cerrado, hay una mujer desnuda en la
parte derecha, dando la espalda sin mostrar su rostro que dentro de su
connotación muestra su significado más ligado a lo mímico, una ventana por la
cual entra una espesa luz, iluminando el resto de la escena, el ropaje del
personaje, tirado en un suelo rígido, especie de tabla donde hablan códigos,
hablan signos, que posiblemente algún día hemos vivido, esto en cuanto a la
imagen escénica.
El espacio cerrado dentro de
la imagen laberinto son las limitaciones que existen y se encierran dentro de
lo sumamente imposible, las aberraciones del cuerpo humano, los
desprendimientos que creemos irrealizables, las culpas, la libertad que a
menudo es reclamada, allí dentro de un
sitio que solo por pequeñas cornisas entra la luz que aclama
fuertemente el despojo de todo. Solo es así como verdaderamente desnudamos
nuestro ser, solos apartados, enclaustrados donde nadie interrumpa nuestra
soledad es donde verdaderamente somos fieles a nosotros mismos, es lo que se
quiere representar con él.
La encarnadura humana que allí está presente a través
de una joven desnuda, y como en algunas culturas o religiones, vemos el cuerpo
como el templo del alma, y esto es reconocido semiológicamente como un símbolo,
pero la representación de este cuerpo se quiere hacer inmaterial, es decir el
alma, que también siente y tiene capacidad de pensar, deja atrás todas sus
pertenencias, da claridad del sentido, el verdadero amor, que no es lo meramente
palpable, dejando todo a las espaldas no solamente la ropa que es una investidura
de toda mentira, es una irregularidad de los emociones, hoy anhelamos vestir
mañana, codiciamos quitarnos la ropa rápidamente, sino que también desea dejar
recuerdos que están en la cabeza cuando deseamos huir, y se representan a
través de los zapatos.
Los zapatos como significado
de lo psicológico es el cambio, la renovación de los viejos caminos, es el
deseo de dejar de caminar o de borrar huellas que se han dejado plasmadas con el pasar del tiempo,
ellos en primer plano, son muy masculinos posiblemente mostrando un carácter
fuerte del personaje, que a pesar de su suave cuerpo lo que se quiere
transmitir es la resistencia humana tanto física como emocional, somos firmes
ante las obstinaciones, el rechazo, los cambios sociales, las ofensas, como
cuando vemos un zapato viejo, denotativamente decimos que es algo ya muy usado
algo que simplemente lo caracterizamos como un objeto cotidiano, pero
connotativamente se quiere representar al zapato como una alma ya gastada de
reciclar emociones, que ya está cansado de ensuciar pisos, y sus agajes son de
las más profundas heridas a causa de las mala pasiones, y sin embargo sigue
firme.
El color, es lo más
inconsciente de la obra pero, ya había hablado de temores, la depresión, las
culpas y la verdad, este color sepia lo
convierte en melancólico y triste, aunque se quiera transmitir fuerza, es como
un especie de memorias o de película que recordamos. O como cuando nos sentimos
vivir sepia, todo es nublado y con poca claridad.

Flory siempre tan juiciosa, es clara y directa en lo que expresa, lo plástico quedo muy bien, el nivel de significación que le da tiene un tono muy personal. La metáfora de los zapatos esta excelente.
ResponderEliminarSolo queda decir felicitaciones.