viernes, 27 de julio de 2012

Respuestas ocultas / Ana María Zuleta Garcés











“Como saber si en realidad el destino existe, si estás en este mundo para cumplir con una “misión”, si todo está escrito  y si somos dueños de nuestras vidas, como poder conocer la verdad cuando todo parece ilusión óptica llena pasadizos inciertos donde  a veces actuamos por instinto y no por razón”
Ana María Zuleta Garcés


A través de esta obra se hará un estudio semiológico donde se establecerán ciertos parámetros para llegar a una comprensión más profunda de ella,  inicialmente diremos si esta obra es de carácter escénico o laberíntico, seguiremos con una descripción detallada de los elementos contenidos en la obra donde se encontrarán sus  aspectos connotativos, denotativos y simbólicos, para así tener una visión más amplia de ella.

Esta obra es de carácter escénico, pero a su vez laberíntico, ya que en ella se contiene una serie de elementos simbólicos, elementos cotidianos que aparentan cierto significado pero en realidad contienen un código de significación que ayudan a establecer el mensaje que se quiere transmitir.

Para conocer en general la obra hablaremos de su denotación y su  fenotexto (características físicas) de acuerdo a los elementos que lo componen y en sí la escena,
en la obra se establece como espacio una calle solitaria, oscura, trabajada con una escala de grises que logran aumentar la sensación  de perspectiva y profundidad,  donde encontramos fachadas de 3 casas,  3 faroles con forjas de metal con formas orgánicas  encendidas  que iluminan tanto la calle como en  primer plano una mujer sola, desnuda, que solo cuenta con sus zapatos; esta mujer se encuentra en una posición fetal, sentada al lado derecho abrazando sus pies, su rostro está de lado y tiene sus ojos cerrados.

Se emplearon  una serie de colores sombríos, con pinceladas tenues, usando una técnica mixta sobre papel.

Establecido el fenotexto seguiremos con un análisis más profundo; hablaremos acerca de lo connotativo y su genotexto donde se hallan los elementos simbólicos. Comenzaremos con la escena, podemos decir que a través de los colores empleados se trata de reflejar sentimientos de soledad, incertidumbre, tristeza, angustia, los cuales siente esta mujer. Ella se encuentra en un callejón “sin salida”, donde la oscuridad la cubre con un manto de abandono y silencio.

En su rostro podemos ver una gestualidad decaída, con los ojos cerrados que pueden indicar el hecho de no querer ver algo o el temor a enfrentar su realidad. La mujer se encuentra desnuda, la ropa es por lo general un sinónimo de protección  y de algún modo nos oculta, por eso, podríamos decir que esta imagen refleja desprotección y por eso adopta una  posición fetal como símbolo de querer amparo, de querer sentirse protegida en esa soledad, y por esta razón abraza sus pies. Para muchos el hecho de tener los brazos y la piernas cruzadas refleja el estar cerrado al algo, por ejemplo, las personas que estudian el lenguaje corporal afirman que cuando una persona tiene los brazos cruzados mientras habla con otras es porque siente cierta indisposición a escucharla y no está de acuerdo con sus ideas, por lo que podríamos decir que esta mujer está cerrada a la idea de enfrentar sus miedos y temores.

Una calle vacía puede significar básicamente un camino, y  en esta obra encontramos una calle que además de vacía  se encuentra oscura y la oscuridad se relaciona con estar perdido, la confusión, con el hecho de no sabemos hacia dónde vamos y sobre todo peligro.  Aquí podemos encontrar el mito de que los mayores temores, demonios , monstruos y pesadillas aparecen en la noche. Otro aspecto que se refleja en la obra es que el personaje se encuentra dándole la espalda al callejón dando así la espalda a todo lo que implica el hecho de caminar a pesar de tener los zapatos puestos para hacerlo.

Los zapatos son un símbolo del cual podemos decir que son usados para protegerse del suelo y no tocar su realidad y lo que está viviendo, para no tener un contacto directo con  su alrededor. Los zapatos también simbolizan el caminar, el recorrer un camino y enfrentar situaciones. Los zapatos son de ballet, lo cual connota algo frágil, delicado y que muestra además su lado sensible y femenino.

Los faroles son fuente de luz. La luz es un símbolo de sabiduría, de guía porque despeja la oscuridad. Los faroles están iluminando su cuerpo, lo que nos indica que están relacionados directamente con ella, que la tocan y que son parte de su vida. Entonces se podría decir que estos tres faroles son tres aspectos de su vida (su pasado, su presente y su futuro).

Para concluir  se podría decir que es una obra que se relaciona directamente con los 3 periodos de nuestra vida que están presentes a diario, y de los cuales tenemos muchas preguntas, sobre todo del por qué y para que suceden las cosas, el motivo de nuestra existencia y si todo lo que hemos vivido y viviremos estaban ya escritos, y si fuese así ¿Quién  sería el narrador de esta novela llamada vida? 


Ana María Zuleta Garcés




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