sábado, 28 de julio de 2012

Falsos positivos / Juan Guillermo Ramirez

Introducción

Guillermo Ramírez es en el arte regional, un joven diligente a su labor, que a diario vive motivado, fervoroso y con apetitos de ser cada vez mejor. Vive con  ganas de perfeccionar cada vez más su obra en todo sentido, esto comprende lo estructural, lo visual y lo conceptual. Ha sabido valer su conocimiento y sus infinitas ganas de indagar el mundo de arte, implementando disímiles técnicas y estudios conceptuales que hacen  su obra única e irrepetible.
 Con tan solo unos pocos semestres de universidad, pero con una  gran vivencia en el campo artístico, a emprendido a percibir la realidad del mundo de una manera mas reflexiva, pues estando allí en la universidad a extractado su retenimiento académico para ponerlo en merced de la creación de sus obras, buscando en ellas un acercamiento a esa inabordable pretensión llamada perfección.
“Quizás nunca lograre llegar a la perfección” eso piensa Juan Guillermo Ramírez; pues señala él que su deber con como artista es siempre hostigar el camino del aprendizaje y nunca darse por consumado, pues su labor es infinita.

Su obra
La presencia del elemento simbólico, es tan definitivo en la obra de Ramírez, que se impone a nuestros espíritu mas que como un estilo pictórico, como la potencia inmaterial que moviliza nuestros sentimientos en la sutileza de la vivencia estética. Guillermo también delibera esa vieja idea que indica que, “el arte antes que comprenderlo, hay que sentirlo” ya que él regocija al máximo de su obra, y cuando esta en desazón con ella la repite cuantas veces lo desea, hasta considerar haber obtenido un alto nivel subjetivo.
En conjunto Guillermo Ramírez es patentemente sugestionado  por los movimientos surrealista y realista, pues allí localiza el gozo y placer por lo que hace; en el segmento realista es fiel a la representación pura de las formas haciendo que estas sean cómodamente perceptibles. Por otra parte aborda el surrealismo que le da libertad a su existencia, le permite jugar con su imaginación y el espacio que lo rodea,  estacionando en este, objetos de carácter subjetivos que apuntan a la representación de algo que esta aconteciendo.

Una de las fuentes conductoras para la creación de la Obra de Ramírez, es su nación Colombia. De ella aglomera numerosas situaciones que la afligen.
Entre estas situaciones hallamos el afanoso atropello que conocemos con el nombre de falsos positivos, que afectan nuestras raíces culturales y/o provinciales. Justamente en esta edición haremos una alusión a la obra,  falsos positivos  que simbólicamente representa una deslucida realidad nacional.
Previamente a los acercamientos comprensivos de la obra falsos positivos, conoceremos algunas de las obras que hacen parte del repertorio de Juan Guillermo Ramírez.
A continuación examinaremos precipitadamente estas obras, Para luego darle paso al análisis de la obra principal que se cita en este escrito.
En esta edición resaltaremos solamente 2, de muchas de sus obras; estas son:


Titulo: camuflaje
Técnica: grafito y lápices de colores 
Formato: 50 cm x 35 cm
Autor: Juan Guillermo Ramírez
 Año: 2012


En esta obra el artista se basa del contraste entre belleza y fealdad. Pues su obra representa las condiciones de la existencia, dándonos a mostrar que aunque muchas de las circunstancias de la vida desde una percepción superficial se  puedan ver muy agradables, casi siempre estas vienen ligadas a un luto interior que conlleva a que el sujeto tienda  a camuflarse, para así tratar de  sentirse bien y dejar ocultos sus problemas.
Entre los elementos simbólicos de esta obra, localizamos en primer plano los pies de una bailarina de ballet, que representan la belleza superficial de los sucesos. Asimismo, observamos una mascara de teatro que tiene una expresión de angustia y al ser  fusionada con la pequeña bailarina y la cintilla morada, acentúan fuertemente el luto interior que anteriormente denotamos.

Titulo: la caverna
Técnica: carboncillo y pastel 
Formato: 200 cm x 140 cm
Autor: Juan Guillermo Ramírez
Año: 2012


Esta obra reúne la esencia del artista que la crea, allí denotamos un gentil contraste entre el surrealismo y el realismo. Principalmente esta compuesta por dos cuerpos que se encuentran en primer plano, estos dos sujetos están tratando de salvaguardarse de un imponente monstruo que deriva de una caverna completamente surrealista, donde se alcanzan a hallar disímiles figuras paradigmáticas que presentan un carácter simbólico en la obra. Como hemos mencionado, el fondo de la obra esta colmado de formas paradigmáticas, a las cuales cada espectador le podrá dar un significado diferente; es fácil de percibir pero difícil de traducir. 

 El artista, principalmente ve en las figuras elementos de la naturaleza, las cuales recalcan  la ferocidad del monstruo que se encuentra en posición de ataque.  Guillermo Ramírez afilia esto con el desagravio de la naturaleza  por el inoportuno uso que muchos de los seres humanos tienen con ella.

A continuación, como era de esperarse emanaremos a tener una aproximación valorativa que nos ofrece la obra, falsos positivos.

Titulo: falsos positivos
Técnica: mixta (grafito, acuarela, tinta y lápices de colores)
Formato: 70 cm x 50 cm
Autor: Juan Guillermo Ramírez
Año: 2012



En esta obra podemos denotar varios elementos simbólicos que la componen, estos elementos son de vital importancia, pues son los que puntualizan la obra en su totalidad.
Principalmente la obra esta compuesta por una figura preponderante, claramente se denota que son las botas militares que se encuentran en primer plano. Estas refieren  la idea central y en base a estas se compone la totalidad de la obra.

Falsos positivos enmarca lo real, lo ideológico y lo religioso. Allí se denota un distintivo religioso que es el beso de judas, el cual en el contexto religioso representa la traición. Claramente se observa que la figura del militar extiende su brazo en condición de respaldo y asimismo promete un beso al sujeto del frente. Esta acción cambia el fin real de los sucesos y muestra al militar no como un héroe sino como un traidor.       


En otra instancia, la medalla con la cual están condecoradas las botas, es la representación de la medalla que galardona a la inteligencia. Esta representa la astucia o la inteligencia que lastimosamente es mal empleada por las milicias Colombianas; ¿porque inteligencia? Este suceso llamado falsos positivos no resulta tan fácil como parece, para hacer esto las milicias deben articular una gran estructura de engaños y mentiras, que tengan la capacidad de adulterar el estado. ¿Estos son nuestros  héroes? ¿Estos son los sujetos honorables?













Por otro lado, los colores en los dos personajes que están estribados sobre las botas, están impregnados de simbolismo. Primeramente, color rojo del camuflaje que lleva el militar, constituye para el artista un estado de peligro, un estado  alarmante. Alerta que debe tener el colombiano con estos sujetos y sobre todo el campesino humilde, honrado, trabajador, quien es el que casi siempre soporta estos atropellos estatales.

La figura del campesino tiene dos parajes alegóricos, uno es su color oro y el otro es su cuerpo que se constituye como un código de barras.
La ocurrencia de estos distintivos dentro de esta figura manifiesta el doble valor que tiene  el campesino colombiano quien es el que afronta esta situación. El color oro representa su riqueza natural, su riqueza espiritual, su riqueza humana, que esta vigente en sus valores y en su constante lucha por salir adelante. No obstante emerge el código de barras que encarna el valor material que tiene este ante la sociedad y esto va ligado a muchas cosas, entre ellas encontramos la explotación laboral que padecen y principalmente el valor que ve en el un militar que lo liquida tomándolo como un guerrillero para así cobrar recompensa por él y ser galardonado por cometer un hecho cobarde.
La bandera  nos muestra las dos caras del suceso, en la parte frontal, la bandera conserva una apariencia esbelta lo que nos remite a pensar en la belleza y la armonía de nuestros “héroes” pero a medida que se va ocultando empezamos a percibir otra realidad, una realidad más cruel, más oscura, que deteriora cada vez más nuestra nación.
Finalmente denotamos un oscuro y desértico fondo que simboliza el alma de los “héroes de la nación” que no tienen compasión con los sujetos que los rodean y acaban con todo a su paso, pisoteando y limpiando sus porquerías sobre la bandera de nuestra nación.
En síntesis, falsos positivos es la representación pura de los sucesos que atropellan nuestro país, a manera de distintivos transmite en el espectador una idea que perturba y propone una reflexión sobre los hechos que acontecen.


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