Auguste Rodin
Para comenzar quiero mostrar el vínculo entre arte y naturaleza,
la cual consiste en que el primero, en su afán de imitar o expresar, puede
llegar a copiar o fantasear esta segunda, sin embargo, esta explicación no es
suficiente, tiene que haber algo más, porque de lo contrario cada individuo
podría con un ordenador y por medio de ciertas ecuaciones, realizar una obra de
arte, y ese algo es la fuerza del artista, la misma fuerza que hace crecer un
árbol. El artista es, pues, el que tiene esa particular capacidad de percibir
el interior de la naturaleza, como decía Platón, es capaz de "hacer
visible lo invisible" y de manifestarlo en su obra; es ver a través de las
apariencias, y en esta obra se visualiza claramente esa unión con la
naturaleza.
La autora de esta obra reside
en Colombia, un país rodeado de zonas verdes, de campesinos y habitantes que
trabajan en el cultivo y en la agricultura para subsistir, posee gran diversidad cultural y es uno de los países más ricos en biodiversidad del
mundo; menciono este tema para mostrar el contexto socio-cultural que
vive la autora, para poder hacer un análisis más profundo de esta obra llamada
“camuflaje”, que muestra una belleza misteriosa, la belleza de la naturaleza,
que como Van Gogh, consigue ver expresión, e incluso alma, en toda la
naturaleza.
La obra está compuesta por colores tierra,
predominando el café, las partes que la componen son hojas secas, organizadas
de tal forma que da la impresión de que ahí hay un lagarto, pero no cualquier
lagarto sino uno parecido a las primeras eras del mundo. Esta imagen es tanto
bella en cuanto a la forma con hojas, e inquietante por su forma que es poco
usual; muestra
lo primitivo del mundo, de la naturaleza y de los seres humanos. Sus hojas no son plantas vedes ni llenas de vida, todo
lo contrario se ven secas, siendo estas símbolo de agonía, de inconformidad y
desespero.
La cabeza del animal está constituida por una hoja
seca grande en el fondo, seguida por un tronco del cual le sale moho, encima
del tronco se observa una hoja roja y una verde simulando un ojo, cerca a la
punta de la cara en dos extremos una flor marchita de color gris casi negra,
que igualmente simulan unos ojos; en esta parte de la cara donde al parecer el
animal tiene tres ojos se puede pensar que es una mutación. La autora trata de
mostrar una deformación seguida de una transformación bella, donde quiere expresar
que hasta el más feo elemento de la naturaleza tiene algo de bello, de que se
debe de ver la belleza desde otro ángulo.
El cuerpo o cuello de este extraño animal se
despliega del tronco de la cabeza, es una hoja alargada, café, doblada, este es
un cuerpo o cuello un poco delgado para su cabeza, y a la vez muy alargado. En
esta parte de la obra se puede percibir una especie de canoa o barco
que lleva en su interior tres pequeñas y verdes hojas, las únicas de este color
en la obra, dando la
apariencia de que es una parte del cuerpo que ningún animal tiene o un órgano
que no se desarrolló, pero igualmente
por el motivo de estas estar en el centro pueden representar el
nacimiento de la vida y los seres humanos en la tierra, ya que las hojas verdes
son un símbolo de nacimiento, de renovación y de transformación. La hoja alargada está
atravesada por un tronco que no se visualiza bien y que por lo que se ve, una
parte se une a la cabeza y otra se sale de la hoja; tiene al lado de las hojas
verdes una flor similar a la de la cabeza parecida a pelos, estas ramas
muestran sequía.
La última parte que nos queda parece ser el resto de
su cuerpo y sus extremidades, está compuesta por una hoja café, cuya forma es
agradable pero al parecer tiene un extremo quemado o dañado; esta hoja se une
al resto del cuerpo por un delgado tallo, y de esta hoja salen cuatro hojas
más, cada una con una forma diferente, hay dos que se visualizan bien y otras
dos que solo se ven en una parte. Esta parte del cuerpo del lagarto muestra que
está acostado, que es un animal que se arrastra.
Toda la obra es una bella y rara
naturaleza, esta dividida en tres secciones que poco a poco van teniendo una
evolución hasta llegar la hoja más grande que es la cabeza del lagarto,
mostrando así la trasformación de la naturaleza, de los animales, del universo,
de cómo poco a poco se va formando una hoja, un ser, o un planeta hasta tener
forma y composición. El fondo de la obra es primordialmente blanco pero hay unas
pequeñas manchas alrededor de la imagen que
representan lo particular que es el mundo, es decir, la forma única que tiene
cada elemento que esta en él, pero no
solo del mundo sino de todo lo que lo
rodea especialmente las personas, donde cada persona tiene una propia
personalidad única e irrepetible; esas pocas manchas pueden representar la
creación como el fruto mas hermoso que se hizo en el universo, un espacio donde
no hay fondo ni fin, un espacio universal donde
todo esta puesto de forma coherente y por una razón.
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