sábado, 28 de julio de 2012

Camuflaje / Daniela Acevedo Salas

"El arte es contemplación. Es el placer de penetrar la naturaleza y adivinar en ella el espíritu que la anima".
Auguste Rodin

Para comenzar quiero mostrar el vínculo entre arte y naturaleza, la cual consiste en que el primero, en su afán de imitar o expresar, puede llegar a copiar o fantasear esta segunda, sin embargo, esta explicación no es suficiente, tiene que haber algo más, porque de lo contrario cada individuo podría con un ordenador y por medio de ciertas ecuaciones, realizar una obra de arte, y ese algo es la fuerza del artista, la misma fuerza que hace crecer un árbol. El artista es, pues, el que tiene esa particular capacidad de percibir el interior de la naturaleza, como decía Platón, es capaz de "hacer visible lo invisible" y de manifestarlo en su obra; es ver a través de las apariencias, y en esta obra se visualiza claramente esa unión con la naturaleza.

La autora de esta obra reside en Colombia, un país rodeado de zonas verdes, de campesinos y habitantes que trabajan en el cultivo y en la agricultura para subsistir, posee gran diversidad cultural y es uno de los países más ricos en biodiversidad del mundo; menciono este tema para mostrar el contexto socio-cultural que vive la autora, para poder hacer un análisis más profundo de esta obra llamada “camuflaje”, que muestra una belleza misteriosa, la belleza de la naturaleza, que como Van Gogh, consigue ver expresión, e incluso alma, en toda la naturaleza.


La obra está compuesta por colores tierra, predominando el café, las partes que la componen son hojas secas, organizadas de tal forma que da la impresión de que ahí hay un lagarto, pero no cualquier lagarto sino uno parecido a las primeras eras del mundo. Esta imagen es tanto bella en cuanto a la forma con hojas, e inquietante por su forma que es poco usual; muestra lo primitivo del mundo, de la naturaleza y de los seres humanos. Sus hojas no son plantas vedes ni llenas de vida, todo lo contrario se ven secas, siendo estas símbolo de agonía, de inconformidad y desespero.








La cabeza del animal está constituida por una hoja seca grande en el fondo, seguida por un tronco del cual le sale moho, encima del tronco se observa una hoja roja y una verde simulando un ojo, cerca a la punta de la cara en dos extremos una flor marchita de color gris casi negra, que igualmente simulan unos ojos; en esta parte de la cara donde al parecer el animal tiene tres ojos se puede pensar que es una mutación. La autora trata de mostrar una deformación seguida de una transformación bella, donde quiere expresar que hasta el más feo elemento de la naturaleza tiene algo de bello, de que se debe de ver la belleza desde otro ángulo.





El cuerpo o cuello de este extraño animal se despliega del tronco de la cabeza, es una hoja alargada, café, doblada, este es un cuerpo o cuello un poco delgado para su cabeza, y a la vez muy alargado. En esta parte de la obra se puede percibir una especie de canoa o barco que lleva en su interior tres pequeñas y verdes hojas, las únicas de este color en la obra, dando la apariencia de que es una parte del cuerpo que ningún animal tiene o un órgano que no se desarrolló, pero igualmente  por el motivo de estas estar en el centro pueden representar el nacimiento de la vida y los seres humanos en la tierra, ya que las hojas verdes son un símbolo de nacimiento, de renovación y de transformación. La hoja alargada está atravesada por un tronco que no se visualiza bien y que por lo que se ve, una parte se une a la cabeza y otra se sale de la hoja; tiene al lado de las hojas verdes una flor similar a la de la cabeza parecida a pelos, estas ramas muestran sequía.



La última parte que nos queda parece ser el resto de su cuerpo y sus extremidades, está compuesta por una hoja café, cuya forma es agradable pero al parecer tiene un extremo quemado o dañado; esta hoja se une al resto del cuerpo por un delgado tallo, y de esta hoja salen cuatro hojas más, cada una con una forma diferente, hay dos que se visualizan bien y otras dos que solo se ven en una parte. Esta parte del cuerpo del lagarto muestra que está acostado, que es un animal que se arrastra.

Toda la obra es una bella y rara naturaleza, esta dividida en tres secciones que poco a poco van teniendo una evolución hasta llegar la hoja más grande que es la cabeza del lagarto, mostrando así la trasformación de la naturaleza, de los animales, del universo, de cómo poco a poco se va formando una hoja, un ser, o un planeta hasta tener forma y composición. El fondo de la obra es primordialmente blanco pero hay unas pequeñas manchas alrededor de la imagen que representan lo particular que es el mundo, es decir, la forma única que tiene cada elemento que esta en él,  pero no solo del  mundo sino de todo lo que lo rodea especialmente las personas, donde cada persona tiene una propia personalidad única e irrepetible; esas pocas manchas pueden representar la creación como el fruto mas hermoso que se hizo en el universo, un espacio donde no hay fondo ni fin, un espacio universal donde todo esta puesto de forma coherente y por una razón.

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