Cuando un artista se detiene a pensar sobre qué hacer para expresar por medio de la imagen lo que siente, piensa y cree entra en una gran confusión y tráfico de ideas en la mente, hacer este proceso no es fácil, donde la exigencia, la disciplina y el inconformismo nos lleva a pensar en hacer y ser perfectos, cualidad que nunca se alcanza por más elaboración técnica que posea la obra. Cada minuto que pasa podemos percibir el constante nacimiento de una obra de arte, queriendo referirse a todo en general, como por ejemplo: un bebé, un árbol, una flor, un amanecer, un sentimiento, una idea, una sonrisa, una estrella, un gracias, un instrumento, un cuadro, un talento, entre muchas cosas más que siempre están ahí para salir a la luz y mostrar su belleza única. Todos en el mundo tenemos personalidades y puntos de vista distintos, en este caso, hablando de la vida, está el grupo de quienes no perciben todos estos cambios y detalles que tiene la naturaleza, y está el otro grupo que cada segundo admiran lo que ocurre, lo que ven y lo que tienen sin dejar escapar momento alguno que les robe su atención.
La artista quiso expresar por medio de este dibujo todo aquello que una gran parte de personas no logran detectar: lo intangible (sensaciones producidas por la música) queriendo transmitir todo ese sentimiento y revoltura de emociones que se producen en el cuerpo por medio de la música, uno de sus temas centrales de su inspiración, meditación y reflexión, pues ese inquieto mundo de esta artista le grita que debe sacar este sentimiento, poniendo su mente a volar y a vivir grandes explosiones de ideas que viajan a la velocidad de la luz, con grandes cargas de pasión, fantasía y fuerza con un inicio confuso pero con un final claro que habla a través de la imagen.
La artista quiso expresar por medio de este dibujo todo aquello que una gran parte de personas no logran detectar: lo intangible (sensaciones producidas por la música) queriendo transmitir todo ese sentimiento y revoltura de emociones que se producen en el cuerpo por medio de la música, uno de sus temas centrales de su inspiración, meditación y reflexión, pues ese inquieto mundo de esta artista le grita que debe sacar este sentimiento, poniendo su mente a volar y a vivir grandes explosiones de ideas que viajan a la velocidad de la luz, con grandes cargas de pasión, fantasía y fuerza con un inicio confuso pero con un final claro que habla a través de la imagen.
NOMBRE: Aire Colombiano
TÉCNICA: Lápiz Grafito,
Acuarela y Lápices de Color sobre papel acuarela
MEDIDAS: 48×29 cm
La obra se compone de un Tiple en perspectiva que tiene dentro una escena romántica
(Pareja sentada en la silla) y un árbol de raíces grandes en lápiz, de la boca
del tiple salen algunas ramas del árbol en color, una especie de siluetas de colores
en movimiento que tienen fluidez y delicadeza, en medio de estos colores que
muestran algo de tridimensional se encuentran la cabeza de un Tiple y los
compases 16, 17, 18 y 19 de la obra “Despasillo por favor” (Pasillo,
compositor: Lucas Saboya Gonzales) con sus respectivos símbolos musicales, en
el fondo se encuentra plasmada una sombra dando un poco la ilusión de que la
luz viene de atrás, por este motivo deja el fondo superior en blanco mostrando
esa tranquilidad mental y luz brillante sobre la que resaltan esos colores tan
vivos.
El tema principal de la obra
es la música en general pero para ser más específica está inspirada en el
Tiple, instrumento que interpreta como actividad extracurricular, lo utiliza
para expresar por medio de este todo lo que se siente cuando se hace música ya
que es a lo que ella está más conectada y con el que vive en el día a día
haciendo parte de su vida a cada segundo. Su gran acercamiento y relación
profunda que tiene con el Tiple la transportan a una cantidad de emociones
efusivas y le permiten representar con tanta seguridad lo que dibujó. Quiso
mostrar ese mundo desconocido que habita en la caja de resonancia y de donde
sale todo el sonido que este produce, un sonido natural, coqueto,
juguetón, fiestero y romántico, por eso
puso una pareja que se siente que están enamorados. Tal vez parezca raro ver un
árbol dentro de un Tiple pero lo colocó porque este árbol es la esencia y la
fuente de toda esta maravilla, el árbol nos muestra la naturaleza que tiene
este instrumento desde su nacimiento hasta su sonoridad, esta unión de estos
dos elementos nos dice que la música no solamente se reproduce en un
instrumento sino también en la naturaleza por medio del trinar de las hojas con
el viento, los armónicos y punteos con las gotas de lluvia, el ritmo con los
ríos y mares y sus lindos detalles e intervenciones puntuales con el cantar de
los pájaros.
El Tiple lo hizo sin cuerdas
porque el simple misterio que lleva dentro lo hace cantar por sí solo así como
lo explicó en lo anterior refiriéndose a la naturaleza, misterio y mundo que
casi nadie percibe. Lo pinto a lápiz, porque lo convierte en un mundo de escala
de grises que cuando sale explota de colores, es eso que está dormido y oculto
pero que cuando despierta muestra su particularidad. El árbol lo dibujó con sus
raíces bastante grandes para que mostraran esa fuerza e imponencia que tiene la
naturaleza (Por ser más fuerte que el hombre, capaz de hacer cosas impactantes)
y la música sobre nosotros por habitar todos los espacios en lo que vivimos.
Aparte de encontrar un
árbol, encontramos una silla con una pareja que muestra la afectividad que se
puede producir por medio de la música, ya sea con una persona y con el mismo
instrumento, pues solo aquellos que son músicos pueden hablar seriamente sobre
el sentimiento que se logra alcanzar al relacionarse con el instrumento tan
íntimamente, este símbolo fue colocado por algo más personal porque por medio
de la música aprendió muchas cosas frente a este sentimiento que expresan estos
dos protagonistas, el amor; esas cosas aprendidas fueron muy significantes en su
vida tanto positiva como negativamente y esta última la representó en el corte
que se ve de uno de los tallos del árbol, representando ese dolor y cicatrices
(internas y externas) que se quedan en todas las personas y que siempre traen a
la mente el recuerdo respectivo.
Se puede observar que cuando
sale el resto de elementos son de color y con mucho movimiento mostrando así el
ambiente de serenidad, alegría y paz que se percibe al mirar la obra. Casi
todos los elementos salen por la boca pero hay una sola ramita que se asoma por
un lado demostrando la inquietante vida que tiene dentro y el desespero por
querer salir a cantar por cualquier lado que encuentre, muestra el desespero de
la música por interpretar lo que siente y el grito de tristeza que hace en
particular nuestra música andina Colombiana, que se ha perdido por la
apropiación de nuevas modas extranjeras olvidando nuestra verdadera
tradición.
David Puerta Zuluaga en su libro “Los Caminos del Tiple” dice que: “...El tiple ha ido perdiéndose paulatinamente de los medios masivos
de comunicación. Cada vez con menor frecuencia se escucha su sonido por la
radio o la televisión. La industria disquera, que anualmente publica millares
de títulos, sólo ha entregado al mercado una veintena de discos de tiple en
medio siglo. Los esfuerzos de las instituciones oficiales por promover
concursos, recitales y festivales, se desvanecen ante la falta de presupuestos.
El magnetismo de las músicas electrizadas y extranjerizantes socava los valores
tradicionales y obtura los caminos del tiple, en batallas que parecen
irremediablemente perdidas. Por eso se está expidiendo partida de defunción a
un instrumento que nunca tuvo cédula de ciudadanía. Y ha llegado a afirmarse
que el tiple es una especie en extinción, como las focas polares o las gentes
honradas. Pero esta situación no es nueva y será superada como siempre se ha
hecho...".
La boca como eje central de
donde brota toda la esencia, libera las siluetas de colores y un pentagrama,
estos colores danzan en el aire desplegando una cantidad de emociones, todas
las que se puedan sentir al observar la obra y al escuchar buena música,
representa todo tipo de sentimiento que se logre detectar en nuestro organismo,
con la libertad de que cada uno pueda sentir algo diferente, es un símbolo de
no solo una mezcla de sensaciones sino también de personalidades, pensamientos
y reacciones, también es esa armonía dulce que nace con la mezcla de notas
musicales y que van creando de manera intangible una historia que está detrás
de cada nota, como si cada una de ellas fueran las sílabas que forman las
palabras, a su vez las palabras que forman la letra y las letras que canta el
Tiple, en sí es la representación de los colores musicales (refiriéndome a lo
académico) y las sensaciones que generan una melodía.
El pentagrama que colocó
dentro de estos colores es un pequeño fragmento que consta de 4 compases de un
pasillo titulado “Despasillo por favor” del cual es compositor el maestro Lucas
Saboya González, él es un gran tiplista, arreglista, compositor e integrante
del trío Palos y Cuerdas, un trío muy representativo a nivel mundial de la
música Colombiana; este pasillo es una obra contemporánea con tendencias al
Jazz y original para violín y guitarra, este es una melodía tranquila,
inspirada en el pasillo lento generando una conexión subjetiva del ser humano
con una melodía tierna. Se puede notar que el pentagrama empieza pequeño pero a
medida que sube va creciendo en símbolo de que continua y que cada vez más se
acerca para tocar nuestros sentimientos.
Como último elemento encontramos sumergida la cabeza del Tiple que fue
puesta por tres razones, una porque sino la colocaba esto podría ser cualquier
instrumento, la segunda razón porque tiene un valor sentimental grande y
tercero porque es la cabeza de donde se maneja la afinación, sin esta no habría
un buen sonido, es la parte más importante, de la que depende el sonido
agradable del Tiple, es el centro, el punto eje, es el sistema principal de
todas sus partes así mismo como sucede con nosotros, nuestro motor es la
cabeza. La cabeza del Tiple tiene
marcada una palabra en la parte de arriba, esa palabra es “Tefa”, esta es una
abreviación de su nombre y es aquí donde viene ese valor sentimental, pues es
la representación de su Tiple un símbolo del esfuerzo de su familia y el de
ella para obtener dicha riqueza, en su Tiple ve plasmadas muchas metas que
quiere alcanzar y que le dan la fuerza para seguir luchando, le dan el arranque
para no rendirme, le dan esa afinación para sonar bien. No es tan evidente la
cabeza dibujada, para no darle mucho peso a la obra y dejar que se confunda con
el pentagrama haciendo de manera liviana una búsqueda en la mirada del
observador.
Para concluir quisiera compartir un fragmento que el
Ingeniero Civil, tiplista y escritor David Puerta Zuluaga como antes lo
mencioné nos escribe: “…El Tiple es
un personaje netamente Colombiano, andariego y proletario, con arterias de
alambre y corazón de madera; hijo de padre desconocido, que nació en algún
lugar de nuestra geografía Andina; creció entre los más humildes: Mineros,
Campesinos, Arrieros, Artesanos; nunca, durante su infancia, fue invitado a una
fiesta de alcurnia; no podía entrar a las casas de la gente bien; hasta hubo
párrocos que lo expulsaron de sus iglesias... Pero el tiple no se dejó abatir.
Por el contrario se metió en el alma colectiva, ayudó a los comuneros en su
grito, acompañó a los libertadores en sus jornadas emancipadoras, se convirtió
en el compañero de bodas, serenatas, fiestas y despechos; se incrustó en la
vida de la nación como símbolo y anclaje de la Colombianidad."
ANEXO
Esta es la obra incluida en la obra.











