Estamos presentes en un mundo en constante cambio, estamos presenciando un renacimiento tecnológico, lo que antes era un privilegio ahora es parte del común, casi desde cualquier lugar se puede acceder a la red, desde un celular, Tablet o notebook, ver nuestra información personal o la de otros en una red social, sus fotografías y lo que están haciendo en tiempo real, ver el lugar donde nos encontramos gracias a google maps, en este momento no nos tenemos que conformar con solo hablar con alguien, herramientas tan sobrias y eficaces como Skype nos permite sostener una conversación en tiempo real desde el lugar que lo deseemos; la era contemporánea es una era de información, y manejo de esta, donde los rostros se pierden y la esencia humana se ha simplificado a el código binario, somos 1 y 0.
“Este mismo artefacto digital genera una experiencia simulada de realidad que llega a confundirse completamente con la auténtica realidad. La realidad virtual es al mismo tiempo, la reafirmación más radical del poder de seducción de las imágenes.” (Lanfranconi, 2006). Una interfaz como las redes sociales pueden virtualizar al humano, lleva a que se cuestione la realidad y la vida social se convierte en una farsa.
Ilustración de Asaf Hanuka
“Es decir, no es sin una satisfacción libidinal, la virtualidad porta una seducción que no es sólo la de la imagen, implica la realización de la fantasía perversa "por excelencia". No es sin cuerpo, no es sin goce, pero el Otro goce se insinúa en el hacerse objeto, ya no como fantasía, sino en el desierto real de lo virtual”. (Lanfranconi, 2006), Estamos presentes en una nueva era, donde las herramientas con las que trabaja el hombre y se trabaja al hombre son abstractas, imaginarias, tangibles solo en el concepto, hemos trascendido lo físico para ir al mundo de las ideas, donde el cinismo, el narcisismo y el hedonismo hace parte activa de la vida del sujeto globalizado, nos encontramos en tal dilema que no podría asegurar si Diógenes el filósofo de la razón cínica, me daría la mano o me escupiría en la cara como desaprobación; la virtualidad nos da en apariencia realización, libertad, pero más allá de la realización de lo perverso, nos estamos volviendo datos, somos tabulados como información en un libro virtual; estamos en la era de la globalización, donde se imponen nuevos estándares, somos testigos de cómo la razón es doblegada por la materialidad, el bien común se ha vuelto el consumismo, consumir información, pero no reflexionando alrededor de ella, el nuevo sujeto, el sujeto de la imagen se ha vuelto un ciego, que no intelectualiza solo ve, es ahí cuando se puede hablar y reflexionar un poco de si me he convertido en un mirón o un mirador.
Estamos a tiempo de intentar buscar un punto de equilibrio, dejar de ser datos, abstenernos de una virtualización que nos convierte en seres obsoletos y efímeros, es el momento de manejar las nuevas herramientas que nos dona la tecnología y la red, para magnificar el conocimiento, ampliar nuestra mirada y reflexionar alrededor de ella.
Nota: Las imágenes que acompañan la publicación son pantallazos desde mi pc o son imágenes tomadas de la red, considero más representativo este acto, todo el contenido de la red ha sido manipulado y editado por manos e ideas que se vuelven intangibles, ganando un gran simbolismo para mi escrito y para el tema que hoy dejamos expuesto aquí.
Luis Fernando Giraldo B.



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